EXCURSIÓN A ILLA DE AROUSA, ATARDECER
Había dos sillones al fondo tapizados en verde, donde se sentaba mi abuelo a silbar y a tocar percusión en los brazos de éstos, que eran de madera. La mesa del medio era redonda como el Sol y la Luna , rodeada por cuatro sillas, si la memoria no me falla, y otras dos al lado de la pared. En esa mesa se sentaban mi abuela y su madre, mi bisabuela, a jugar al parchís, siempre que no se uniera alguien más.
1 comentario:
¿Se sentaba?... ¿Es que ya no se sienta?. Prueba en presente. Me gusta mucho más como principio de un cuento.
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