lunes, 3 de septiembre de 2012

un poco más despacio




Soñar, no se me da tan mal / Inventar palabras que hagan recordar /  Imaginar que el cielo vuelve a despejar / que la tormenta amainará / antes de que vuelva a empezar / Y entre truenos surgirá / la voz que calmará / la memoria del tiempo que se va / Y ya no hay rencor / fue mi decisión / el abandonar el cielo / el poner los pies en el suelo.

martes, 24 de julio de 2012

Confesiones


Que no todas las personas a las que admiras, en quienes confían, te dan lo mismo a cambio.
A lo mejor eres tú, el que no quiere darse cuenta del mundo, de lo injusto que es respirar. ¿Por qué? ¿Por qué la gente cae si no tropieza? La gente se arrodilla ante los que menos lo merecen, mientras dan la espalda a los grandes. No prometo nada, ya que yo también soy gente, pero intentaré darme la vuelta, por lo menos para echar un vistazo.

domingo, 20 de mayo de 2012

metas



Porque algún día lo conseguiremos, no puede ser tan difícil.
Y si no, habrá que buscarse una nueva meta.
Una que sea más fácil de alcanzar.
Pero, ¿qué digo? A mí siempre me han gustado los retos.
Y si una que esta lejos de mi alcance no la he conseguido,
buscaré otra que lo esté aún más.



jueves, 26 de abril de 2012

Sombras

Que lle vou facer, se nacín nos anos das sombras. Nos anos de poñer o "no" por diante. Non cambiamos tanto, non. Seguimos arrastrando a sombra de Rosalía, e aínda nos asombra. A pesar de que os colosos loiten por marcar as nosas diferenzas, non somos tan distintos, crecimos igual.
Somos as mesmas persoas que un día quixeron estar xuntos e máis nada. E baixo os escombros atoparemos o final, e alí ata os cegos verán que somos iguais, pero que xa non estamos xuntos ó final.
Os xordos poden ver, e os cegos poden escoitar: sempre hai outra maneira de loitar.


E se non, parece que dicir Moraima funciona. 


jueves, 8 de marzo de 2012

viernes, 2 de marzo de 2012

pequeñas tonterías

La vida es muy corta como para preocuparse por cosas que ocuparán un pequeño, casi inapreciable porcentaje de ella. Pero, ¿y si esas cosas, por pequeñas que parezcan, pueden hacer que el futuro se nuble? Entonces ya no vale apostarlo a las cartas, jugar a cara o cruz o a piedra, papel, tijeras. Si nos equivocamos, ya no habrá posibilidades de restaurar la vida. 


Pero ahora que un rayo del Sol se refleja en la ventana del edificio de enfrente e, indirectamente, me da a mí, me dan ganas de despreocuparme, de dejar de pensar en cosas que, vistas desde fuera, parecen tonterías. Pero para mí no lo son, ni de lejos. Sé que debo encontrar la manera de ser capaz de empezar solo, pero también sé, que por más que la busque, no la voy a encontrar. Pero bueno, la vida es demasiado corta como para preocuparse.

lunes, 30 de enero de 2012

París


Como ratas, se esconden en los rincones. Ausentes a la vista de la gente, caminan dando rodeos, de farola a farola, de piedra a piedra. Algunas se esconden en las alcantarillas, las más viejas, las que en su momento encontraron allí la aventura de sus vidas. Otras, vagabundean remando el Sena arriba y abajo, saludando (sin recibir saludo a cambio) a los turistas que caminan a orillas del río. Otras, luchando contra sus miedos, se quedan en lo alto de Notre Dame, a la espera de que alguien las encuentre. 
Son historias de París, ocultas ante la vista de todos, pero visibles si miramos bien.