lunes, 27 de septiembre de 2010

Rogelio

Es curioso, por lo menos para mi, las vueltas que dan los días. Los diferentes temas que tratamos a lo largo del mismo, van enredándose más y más hasta crear un nudo que desharemos mientras dormimos soñando detalles insignificantes del día.
Y fue hoy, el día en el que la tristeza de despedir a alguien y la alegría de saber que ahora está mejor, se mezclaron en mi cabeza, como agua y aceite, juntos, pero sin tocarse.


Bella, la perra a la que paseaba junto a Candela en la protectora de animales, ha sido adoptada por un señor que, según mi parecer, la tratará bien.
Caminaba yo por la calle, cuando veo a una perra muy parecida a ella, que me miraba y movía el rabo. Esquivando la vergüenza, le pregunté al señor que la llevaba si la había recogido de la asociación. Y si, tiempo atrás la había salvado de una vida cruel y dura. Le conté toda mi historia con la protectora y, al igual que yo, pensaba que había que ayudar a esos pobres animales a salir con vida de una nefasta vida. Rogelio, se llamaba el buen hombre. Me parece que la tratará bien  y que le hará buena compañía a Silva, la nueva Bella. Después de una despedida triste por mi parte, pero alegre por mi conciencia, vi como Rogelio y la que para mi siempre será Bella, caminaban felices y ella movía el rabo como nunca lo había hecho conmigo.

3 comentarios:

Candela dijo...

Para Gato y CVandela Bella siempre sera bella. Enhorabuena a Rogelio por adoptarla.

Andrea dijo...

La verdad es que es una anécdota encantadora..

Ojosnegros dijo...

El amor por los animales es un don que no tiene cualquiera y lo siento por el que no lo tenga porque disfrutarlo y compartirlo con personas afines es un auténtico PLACER.
Muchos besos.
Me encanta lo de "deixa a túa pegada", aunque no soy de allí, llevo Galicia en mi corazón y no es camelo, es verdad.