miércoles, 22 de abril de 2009

El juego del escondite


Llevo ya varios días (por no decir muchos) sin inspiración. Y hace un par de días, por fin, la encontré. La encontré en un objeto con forma de ocho y con un palo ancho que lo atraviesa, justo, por el medio. Ese palo tiene seis cuerdas. Y al tocarlas, me vienen a la cabeza millones de canciones que canté, que canto y que cantaré. Todas ellas me inspiran. Estas semanas sin inspiración han sido como el juego del escondite: yo buscaba la inspiración y parecía que ella se alejaba, más y más de mí. Pero al final, este juego lo he ganado yo. Después de semanas y semanas he vuelto a escribir canciones, a crear poemas, a cantar... Todo ello, también gracias al violín que ahora, después de una mala racha, estoy mejor que nunca. Por fin, las musas no han pasao de mi.
Ahora puedo decir..: ¡Te pillé!

3 comentarios:

galaxia dijo...

E eu que me alegro amighiño, agora so agardo que a cousa soe ben e que o instrumento- ese que para tí ten forma de oito e para mín, coma son un condenado adulto, semella as formas dunha muller- sexa tamén mellor.Todo se andará.Tí non pares.Bicos e apertas, a pares.

Candela dijo...

Mi techo si necesitaba una mano de pintura...Yo también ando en busca de la inspiración. Será cuestión de tan sólo unos días.
Besos seguidos hasta el lunes.

condado dijo...

Equivocado que estás. Han pasao totalmente y con prisa, así como si hubieran subido a un coche y cogieran carretera, hacia donde? el sur?... Ya puedes cantar seguido que no se si volverán, las musas digo, a darnos, por lo menos de comer